domingo, 30 de enero de 2011

Teorías éticas


Las teorías éticas son propuestas por algunos filósofos que, no estando de acuerdo con la manera de vivir de la gente, plantean nuevas maneras de sobrellevar una vida plena y armoniosa. Cabe destacar que estas teorías (y yo creo que cualquiera) son eficaces, o mejor dicho, realizables en el contexto en el cual fueron ideadas, debido a la situación social, política, etc. en la cual se encontraba esa mente inquieta y ansiosa de crear un cambio.
En ésta publicación comenzaré con un “simpático” ejemplo de teoría ética: los cínicos.

Cínicos


Los primeros cínicos llevaban a cabo una vida muy moderada y hasta digna de lastima al grado de que se les comparaba con perros, por su manera de vivir; de hecho la palabra “cínico” viene del griego “Kynos” que significa “perro”, aunque existen algunas versiones que afirman que el calificativo de “cínico” les vino originalmente porque fue en el gimnasio de Cinosargo, o del Perro Blanco, donde Antístenes, uno de los fundadores de esta filosofía, comenzó a explicarla.    
Ésta teoría señala la conducta a seguir para aquellos cuya vida se hace intolerable ante el colapso del mundo que los rodea o por razones estrictamente personales. Prueba de ello, y lo que dio como resultado esta tendencia de los cínicos, es la declinación de la ciudad-estado griega, por las constantes guerras entre Esparta y Atenas o Esparta y Corinto y la increíble perdida de vidas y destrucción que dejaron a su paso. Ante esta inestabilidad social el hombre, con la intención de salvarse, encontró en el cinismo una atractiva solución.
Los cínicos sostenían que para encontrar la salvación ante estos derrumbes de instituciones sociales, políticas, etc. y en si de los placeres artificiales de los sentidos, es preciso que se rechace a la sociedad y que se retorne a lo más simple de la vida: a una vida de aislamiento. En la ausencia de necesidades es donde hallará el hombre la felicidad. Creían que el mundo era fundamentalmente malo y que para vivir bien, el hombre debía renunciar a participar en él. Aún así, aunque el hombre decidiera vivir apartado podría encaminarse erróneamente a buscar los bienes mundanos tales como el dinero, una buena casa, buenos vestidos… todos estos son bienes inestables, que pueden durarnos muy poco, y si basamos nuestra felicidad en su posesión, podemos vernos defraudados en un momento dado. Para lo cínicos la virtud consiste en encontrar su salvación dentro de si mismo, no en el mundo.
En su afán por desprenderse de los bienes materiales y en renunciar a todos los valores externos a uno mismo, los cínicos en un intento exagerado de vivir lo más “humildemente” posible con las mínimas necesidades, llegaron a un resultado contrario al de la virtud. Gracias a esto el término cínico fue obteniendo un significado peyorativo, ya que incluso se llego a despreciar toda consideración hacia el hombre, ya que ésta teoría se ha interpretado, totalmente, como una doctrina antisocial, enseñando al hombre a ser feliz, no como miembro de una sociedad, sino al contrario, tratando de señalar los medios para lograr la salvación individual huyendo de la sociedad…